Publicado el 16 Septiembre 2009 a las 17:19

Hasta hace un tiempo atrás, cuando se mencionaba el término brecha digital se hacía mención a la diferencia que se produce en el desarrollo al tener o no acceso a las tecnologías.  Hoy, que  nos encontramos incorporados a la Sociedad de la Información, nuevas brechas digitales van haciéndose notorias.

Pero antes de continuar con los tipos de brechas, definamos el concepto:

“La brecha digital se refiere a la diferencia o separación existente entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y aquellas que no tienen acceso a las mismas y/o aunque las tengan no saben cómo utilizarlas”.

Y  la desigual distribución de las TICs  ha surgido de las ya existentes brechas sociales, ya sean económicas, generacionales, culturales, de género o  geográficas, entre otras.  Por lo tanto, la brecha digital es una consecuencia  de las brechas sociales y su análisis y solución no debe quedar reducida a un tema de conectividad e infraestructura.

Hoy podemos encontrar tres tipos de brechas digitales:

1.- De acceso y conectividad: Basada en la posibilidad o dificultad de que una persona pueda disponer de un computador o acceder a las TICs. Esto incluye la conexión a Internet.

2.- De uso: Basada en la capacidad o dificultad que posee una persona para utilizar la tecnología. En este punto es primordial la alfabetización digital para reducir esta brecha.

3.- De calidad de uso: Basada en la limitación o falta de posibilidad de que las personas tengan acceso a las diferentes herramientas o aplicaciones que proporciona el computador o Internet.

Nada mejor que un ejemplo para aclarar: Había pocas posibilidades que en la comunidad rural donde vivía pudieran disponer de un servicio de Internet, no existía infraestructura para ello y además en aquel momento era complicado el poder comprar un computador. Recién estaba egresando del colegio y ahora tenía que continuar su educación en la capital de la provincia (brecha digital de acceso y conectividad, no hay infraestructura ni dispositivos para conectarse). Se fue a vivir donde sus abuelos y al cabo de un año, como mérito de sus excelentes calificaciones, le regalaron un computador. En poco tiempo ya lo dominaba, pero ni su abuela ni su abuelo se interesaban en ocuparlo y aparte que cuando él les explicaba qué estaba haciendo, ellos no le entendían (brecha digital de uso, en este caso brecha digital generacional). En su tiempo libre trabajaba en un negocio de corredora de propiedades y el dueño tenía un computador  con conexión a Internet, pero solamente lo ocupaba para jugar en sus ratos de ocio al solitario (brecha de calidad de uso, no es solamente utilizarlo, sino lograr posibilidades reales de aprovechamiento para desarrollar capacidades, productividad y transformar su calidad de vida).

Como vemos, estas brechas surgidas deben ser contenidas, ya sea por el gobierno, privados, fundaciones,  empresas o ciudadanos, mediante los siguientes enfoques:

Enfoque hacia la infraestructura: Posibilidad de reducir la brecha de acceso y conectividad dotando a la comunidad de una infraestructura de telecomunicaciones y de equipamiento tecnológico adecuado. En este tema se enmarcan los proyectos de Wifi que han surgido a nivel regional.

Enfoque hacia la capacitación: Tendiente a reducir la brecha digital de uso, mediante una alfabetización digital que permita el surgimiento de habilidades y capacidades en la utilización adecuada de tecnología. No es solamente contar con un computador o Wifi para decir que la brecha digital está solucionada, ahora comienza el crecimiento personal, el conocimiento y el aprovechamiento real de las tecnologías.

Enfoque hacia el uso de los recursos: Relacionado con la brecha de calidad de uso. No sólo basta ser un receptor de información, sino que se debe lograr el conocimiento a través de un nuevo modo de educación para aprovechar las oportunidades que brinda la red, como el desarrollo de negocios, la telemedicina, el teletrabajo, comercio electrónico, turisnet, redes sociales, etc. Involucra un cambio cultural.

Dentro del mismo contexto podemos agrupar estas brechas en duras y suaves. La brecha digital dura, que viene siendo la de acceso/conectividad y cimentada en las desigualdades de infraestructura y equipamiento entre sectores de la sociedad, que, como ya vimos, no implica un desequilibrio generacional o cultural. El problema duro de la brecha digital es subsanado a través de Políticas de conectividad nacional, como va a ser el tema de Internet rural o el dotar a la población de computadores (conveniente sería que las tiendas vendieran un pack, que yo lo llamo “Todos conectados” e incorpora las 3c, es decir, computador-conectividad-capacitación, de esta forma se reduciría aún más la brecha existente). El acceso es la clave y ello requiere una inversión a través del Estado o entidades privadas que permitan precios alcanzables para la comunidad.

La brecha digital suave, que incluye al uso y calidad de uso, comprende carencia de oportunidades y es compensable mediante mecanismos de difusión y capacitación. Aquí no hay carencias estructurales, sino culturales. Se incorporan barreras de acceso a las personas con limitaciones físicas, a los migrantes digitales. Una capacitación a todo nivel podría reducir esta carencia y no requiere inversiones gigantescas. Es comenzar una campaña de cibervoluntariado. Asimismo, alfabetización digital a través de entidades públicas como se está ejecutando y  realizar algo que no se ha dimensionado: el que los cyber (o centros de Internet) puedan capacitar  a su entorno. Los cyber son un negocio que se sustenta en sus usuarios. Ahora, si ellos dieran la oportunidad al entorno en donde están instalados de infoalfabetizarse, les ampliaría el mercado y además contribuirían a reducir la brecha digital. Por ejemplo, una hora de alfabetización digital, en un horario que no sea de mucha demanda.

Todo esto ayudaría, ¿No lo cree?

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